*En la cocina del ex Convento de Santa Mónica, ubicado en la Ciudad de Puebla, se creó uno de los platillos típicos más reconocidos; con las Leyes de Reforma, algunas de las internas decidieron seguir viviendo dentro
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Todo está en silencio, se respira tranquilidad; por los pasillos hay vestigios de lo que alguna vez fue, la ansiedad está en llegar al punto más interesante del recorrido: la cocina donde, a pesar de su sencillez, se creó uno de los platillos típicos de Puebla, los Chiles en Nogada.
Al igual que el ex Convento de Santa Rosa, donde se elaboró por primera vez el Mole Poblano, el de Santa Mónica muestra cómo vivían aquellas mujeres que por vocación o “tradición” decidían internarse.
De inicio no cualquiera podría entrar a este Convento, pues solo tenían derecho las jovencitas españolas, bautizadas y quienes pagaban el dote, una cuota para su manutención durante su preparación.
El pase directo se daba aquellas virtuosas que supieran tocar algún instrumento utilizado en el coro de las misas, principalmente los de cuerdas. Previo a que fuera rescatado por el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz y convertido en Convento, este sitio era utilizado prácticamente como burdel.
Fernández de Santa Cruz pidió que tras su muerte se conservara su corazón dentro del convento, por eso los restos del órgano son conservados como un tesoro. Dentro del acervo cultural y artístico que posee, destacan los instrumentos con los que se flagelaban las jovencitas cuando “tenían pensamientos impropios” y laceraban sin ningún sentido su cuerpo.
Como se dijo al principio, este lugar es muy conocido por ser la cuna del Chile en Nogada, pues las madres fueron quienes por primera vez elaboraron este platillo, que en primera instancia solo consistía en chile con caldillo de nuez, pero aprovecharon la granada que los árboles de uno de los patíos daba para adornarlo.
Con las Leyes de Reforma promulgadas durante el gobierno de Benito Juárez, algunas de las internas decidieron seguir viviendo dentro del Convento a pesar de la prohibición. Su escondite fue descubierto casi 70 años después, que estaba colocado cerca de la alacena y fueron expulsadas.
El Museo de Arte Religioso o ex Convento de Santa Mónica está ubicado en la 18 Poniente número 103 en el Centro Histórico. Está abierto de martes a domingo de 10 de la mañana a 5 de la tarde, con entrada libre para estudiantes y maestros.